miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pienso Distinto


PIENSO DISTINTO
Es cierto, creo que se debe querer al país como si fuera la familia, no podemos, por tanto permitir que la calaña política dirigente chilena continúe robando nuestro país, como tampoco consentiríamos que un monrero despoje nuestro hogar y vulnere a nuestra familia.
Esta laya política, que ha hecho de la rapiña su quehacer más ducho no tiene diferencia ninguna con aquella que compone las Barras Bravas que asisten al Fútbol en nuestro país, inconscientes e indolentes, a no ser porque algunos de ellos se filtraron en los paraninfos universitarios, ocasión en la cual sólo pudieron aglutinar conocimientos “bancarios”, privativos, originarios y exclusivos de mentes cautivas de su propia codicia e ignominia, sus conocimientos “bancarios” fundados en vanas repeticiones y acumulación de datos no les permite apreciar los distintos problemas que aquejan a la comunidad y dado esto les resulta imposible encontrar soluciones a los mismos. Estas mentes Políticas son excelsos representantes de lo que he venido en denominar “escuela política monofacética”, lo que ciertamente representa la imposibilidad absoluta de observar a la comunidad como una célula polinucleada, con distintas necesidades, con diversos problemas y con múltiples soluciones, son incapaces de observar una sociedad Religiosa, Militar, Deportiva, Empresaria, Contribuyente, Enferma, Anciana, Desposeída, Despojada, Necesitada, Feliz, Familiar, Policial, Ciclista, Patinadora, Abandonada, Exportadora, Importadora, Empleada, Gerencial etc; son una clase política imberbe, adolescente, incompetente en formular una sociedad desde el punto de vista Psicológico, Teológico, Económico, Sociológico etc.; y construir a partir de allí las diversas fórmulas que permitan a la sociedad dar satisfacción oportuna a sus requerimientos.
El origen de esta casta, sin duda alguna, lo hallamos en los preludios del siglo XIX y se ha diseminado casi por adscripción hereditaria hasta nuestro días, hijos, nietos y bisnietos del conservadurismo católico más recalcitrante y servil de reyes y virreyes que plantearon el desarrollo histórico a partir de los personajes históricos más aristocráticos, abandonando en el olvido al peón, al campesino, al negro, al esclavo, al obrero, a la mujer campesina, al güacho, etc.; los que, dicho sea de paso, son los verdaderos artífices de la historia chilena, los verdaderos forjadores de nuestra estructura social. Así entonces, la influencia de esta estofa es la que se ha perpetuado a la clase política dirigente y profesional contemporánea, que no entiende los problemas que aquejan a la comunidad – porque no los tiene- como no los tiene- no los identifica- como no los identifica – no ofrece soluciones a ellos- y consecuencialmente, la comunidad se haya carente de dirección y conducción y adicionalmente, subyugada por esta tropa de ignorantes que, además, dictan las leyes que nos rigen.
Si, no hablemos mal de nadie
Si, esto no es cosa de Gobiernos es cosa nuestra, Persona por Persona.
Digámosle por lo tanto, a nuestros políticos que:
Los partidos políticos modernos son (o debieran ser), organizaciones con determinados fines y exigencias, como:
· Son el engarce entre Estado-aparato y Estado comunidad, teniendo muy presentes las bases socioeconómicas que defienden, las reformas, cambios o sustituciones que proponen según las distintas ideologías que los informan.
· Constituyen el puente de unión de los problemas de la Nación.
· Sacan al ciudadano de su apatía natural y lo interesan en los asuntos públicos.
· Educan al pueblo, al presentarles elementalmente la compleja realidad política, económica y social de país.
· Priorizan las necesidades sociales, legislativas y administrativas del país.
· Forman, educan, consagran e interesan a los futuros líderes del país.
Si, debemos informar a nuestra clase política dirigente chilena que, en toda República, como lo es Chile:
· En Toda República moderna- distante del concepto de República de Maquiavelo, en que la República puede ser Aristocrática o Democrática y en que, consecuentemente se puede ser Republicano y no democrático- debe caracterizarse por un gobierno lejano y distante de las formas despóticas, con legitimidad en el ejercicio del poder y eminentemente democrática, entendida esta última característica en la frase "el pueblo debe ejercer el poder".
· En toda República Democrática deberán imperar los conceptos "Paz Social", "Justicia" y "Bienestar" todo lo cual se logra imponiendo el orden social, el que nunca puede ser impuesto conculcando los más altos y sublimes derechos de vida, libertad y propiedad, los que en todo Estado de Derecho son una limitante al poder del Estado y deben ser siempre observados en el ejercicio y garantía de los derechos de las personas.

Christian Parra Toro
“Non Exiguum Temporis Habemus; Sed Multum Perdidimus”